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  | Año 8, No 30, julio - septiembre 2024 |




                  los científicos consideraban esto como una antigua superstición y no le prestaban la menor
                  importancia. Actualmente, existen publicaciones científicas que evidencian la influencia del
                  ciclo lunar en la producción de distintas especies vegetales, y se centran en dos aspectos
                  principales:

                  El  primero  se  refiere  al  efecto  de  la  fuerza  de  atracción  luni-solar  que  en  determinados
                  períodos  se  ejerce  sobre  la  tierra,  especialmente,  en  el  líquido  que  se  encuentra  en  la
                  superficie, lo que origina las mareas. Este efecto de ascenso y descenso de las mareas también
                  ocurre con la savia de las plantas; el ascenso inicia en la fase de Cuarto Menguante y la savia
                  se  concentra  en  tallos  y  ramas,  continúa  en  Luna  Llena  y  se  distribuye  en  la  copa;  en
                  contraparte, en la fase de Cuarto Menguante inicia el descenso gradual a lo largo del tallo,
                  hasta llegar al sistema radical en Luna Nueva. Este fenómeno es de gran trascendencia para
                  el crecimiento de las plantas, y es propiciado por la atracción lunar que establece un ritmo de
                  presión y depresión de la savia en los vegetales (Restrepo, 2005). Klein (2004) mediante
                  experimentos  con  plántulas  de  frijol  cultivadas  en  condiciones  controladas,  formuló  la
                  hipótesis de que el movimiento nocturno de las hojas estaba regulado por las fuerzas de marea
                  de la posición cambiante de la luna en relación con la Tierra. Posteriormente, Barlow et al.
                  (2009)  encontraron  correlación  entre  los  movimientos  de  las  hojas  y  las  mareas,  y
                  concluyeron que la materia viva está bajo el control remoto generalizado de la Luna. Beeson
                  (1946) reportó que la Luna Llena es la fase más favorable para sembrar rábano, remolacha,
                  zanahoria, trigo y maíz. En contraparte, Restrepo (2005) afirma que la mejor etapa para
                  sembrar las especies que se desarrollan bajo la tierra (zanahoria, nabo, papa, remolacha, etc.),
                  es durante la Luna Menguante. Ángles (1996) refiere que, si se desea obtener un mayor
                  porcentaje de germinación y frutos de mayor tamaño en alcachofa, debe sembrarse en la fase
                  de Cuarto Menguante.

                  El segundo aspecto explorado sobre el efecto de las fases lunares en la agricultura se relaciona
                  con la luminosidad reflejada por el satélite en cada una de ellas, ya que penetra a mayor
                  profundidad que los  rayos solares en el  suelo y favorece  la germinación de las semillas
                  (Restrepo, 2005). Al igual que la fuerza de atracción lunar, la luminosidad es mayor durante
                  Cuarto Creciente y Luna Llena, y disminuye paulatinamente durante el Cuarto Menguante
                  hasta oscurecer en la Luna Nueva. El período menos iluminado favorece el crecimiento y
                  desarrollo  del  sistema  radical  de  las  plantas  (Crawford,  1989).  Martínez  et  al.  (2012)
                  evaluaron el efecto de las fases lunares en la germinación, el crecimiento y rendimiento en
                  maíz. Reportaron que los mejores resultados en la germinación de las semillas y el diámetro
                  del tallo de las plantas, se obtuvieron en siembras de Cuarto Creciente y Luna Nueva. Zürcher
                  y Schlaepfer (2014) en semillas de Abeto Europeo (Picea abies Karst), reportaron que la tasa
                  de  germinación  de  las  semillas  sembradas  poco  antes  de  la  Luna  Llena,  fue  mayor  a  la
                  obtenida cuando sembraron poco antes de la Luna Nueva.

                  Con base en la información anterior, es evidente que aún falta mucho por explorar en otras
                  especies, e incluso, corroborar el comportamiento de algunas ya estudiadas, ya que, el éxito
                  de la producción







                                                                                                        Prefijo DOI: 10.70417


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